miércoles, 7 de mayo de 2008

LOS COBARDES.

Hombres veo que de hombres
solo tienen, solo gastan
el parecer y el cigarro
el pantalón y la barba.

En el corazón son liebres,
gallinas en las entrañas,
galgos de rápido vientre,
que en épocas de paz ladran
y en épocas de cañones
desaparecen del mapa.

Estos hombres, estas liebres,
comisarios de la alarma,
cuando escuchan a cien leguas
el estruendo de las balas,
con singular heroísmo
a la carrera se lanzan,
se les alborota el ano,
el pelo se les espanta.
Valientemente se esconden,
gallardamente se escapan
del campo de los peligros
estas fugitivas cacas,
que me duelen hace tiempo
en los cojones del alma.

¿Dónde iréis que no vayáis
a la muerte liebres pálidas,
podencos de poca fe
y de demasiadas patas?
¿No os avergüenza mirar
en tanto lugar de España
a tanta mujer serena
bajo tantas amenazas?
Un tiro por cada diente
vuestra existencia reclama,
cobardes de piel cobarde
y de corazón de caña.
Tembláis como poseídos
de todo un siglo de escarcha
y vais del sol, a la sombra
llenos de desconfianza.
Halláis los sótanos poco
defendidos por las casas.

Vuestro miedo exige al mundo
batallones de murallas,
barreras de plomo a orillas
de precipicios y zanjas
para nuestra pobre vida,
mezquina de sangre y ansias.
No os basta estar defendidos
por lluvias de sangre hidalga,
que no cesa de caer,
generosamente cálida,
un día tras otro día
a la gleba castellana.
No sentís el llamamiento
de las vidas derramadas.
Para salvar vuestra piel
las madrigueras no os bastan,
no os bastan los agujeros,
ni los retretes ni nada.
Huís y huís, dando al pueblo,
mientras bebéis la distancia,
motivos para mataros
por las corridas espaldas.

Solos se quedan los hombres
al calor de las batallas,
y vosotros lejos de ellas,
queréis ocultar la infamia,
pero el color de cobardes
no se os irá de la cara.

Ocupad los tristes puestos
de la triste telaraña.
Sustituid a la escoba,
y barred con vuestras nalgas
la mierda que vais dejando
donde colocáis la planta.



Miguel Hernandez

4 comentarios:

jandro dijo...

Tremendo, aunque mi favorito sigue siendo el "Niño Yuntero".
Admirable tener las ideas tan claras, a pesar de vivir tísico en una húmeda cárcel, escribiendo poemas a su hijo recien nacido.
Gracias por el poema, aunque no he podido responder antes, al escribirlo en pleno womad....ya se sabe, las obligaciones sociales de salir con los amigos, ver conciertos, tomarte algo, bailar toda la noche....ufff no se lo recomiendo a nadie, yo lo hago sólo por obligación.
Un beso guapa

ARMACHÍ dijo...

Pero aún existen otros hombres,
construidos con sentido y dignidad;
que afrontan toda batalla con respeto,
con las manos llenas de sinceridad.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Al igual que me ocurrió con Neruda tambien colgué hace poco un poema de Hernandez en mi blog. Veo que seguimos teniendo los mismos gustos sobre poesía. Por cierto, colgué Vientos del pueblo me llevas, del mismo libro que el poema Niño Yuntero que ha comentado el compañero más arriba.

Un saludo y tu blog sigue siendo muy chulo e interesante