viernes, 2 de noviembre de 2007

ESCLAVITUD DEL SIGLO XXI


La trata de blancas es un delito contra la libertad considerado como la esclavitud del siglo XXI. Según las Naciones Unidas, la trata de personas es la tercera actividad delictiva más grande del mundo y genera ingresos anuales a los delincuentes de aproximadamente nueve millones de euros.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) denunció que entre 150.000 y 200.000 mujeres son objeto de trata de blancas cada año en Europa. Además, el 40% de ellas son madres solteras que buscan, a través de su propia explotación sexual, una vía para alimentar a sus hijos.
La mayoría de estas mujeres son llevadas desde países pobres a otros ricos, o bien son objeto de trata de blancas pasando de áreas rurales pobres a ciudades dentro de una misma nación. Una vez introducidas en el mundo de la prostitución, se ven condenadas al ostracismo en sus antiguas comunidades y en el seno de sus familias, o ignoradas por las autoridades cuando son explotadas. A veces, las víctimas son "tratadas como delincuentes, llevadas a prisión y finalmente deportadas".

El tráfico de seres humanos es una forma grave de violencia sexual, que es totalmente incompatible con el principio de igualdad de sexos. Además, supone una forma seria de crimen organizado y constituye una violación grave de los derechos humanos.

Una Conferencia convocada por la OSCE en Viena, reunió a especialistas de todo el mundo para discutir sobre estrategias para combatir esta peligrosa forma de criminalidad. Suecia por ejemplo, introdujo desde 1999 una ley que penaliza la compra de servicios sexuales. En dicho país la prostitución es considerada como una forma de violencia masculina contra mujeres, niñas y niños. "Desde entonces las cifras de las víctimas se han reducido considerablemente". Gracias a dicha legislación, el comercio sexual en las calles prácticamente ha desparecido de las grandes ciudades, ya que las redes criminales hacen sus propios estudios de mercado y para ellos el negocio en Suecia se ha complicado

Distintas organizaciones proponen iniciativas para atacar el problema de raíz. Lo más importante es informar y sensibilizar a las víctimas potenciales y ofrecerles alternativas.
Las víctimas no tienen alternativas en su país de origen, pero son los países destino, en donde por lo general hay poco interés en este tema, quienes dictan las reglas del mercado.

Es en éste punto dónde deberíamos reflexionar y concienciarnos de ésta realidad. Y es que resulta inaudito que sea eso…una realidad.

2 comentarios:

Andrés Álvarez dijo...

Existe una película muy ejemplarizante de este tema. Creo que se llamaba; "Tráfico Humano". Lo más escandaloso de todo esto es el turismo sexual de occidentales en Cuba o Tailandia. Un saludo.

Carlos dijo...

Es, sin duda, un tema espinoso. Hay varias opciones de combatir este mal. Una de ellas es la que se adoptó en Suecia. Otra sería la contraria, legalizar la prostitución, darle una cobertura laboral como la de cualquier otro trabajo y, a partir de ahí controlar este sector con acciones gubernamentales.

Lo que no puede ser es que se escoja la opción de mirar para otro lado, de hacer como si el problema no existiera. Que es lo que hacen la mayoría de países. Cada opción tiene ventajas e inconvenientes, pero el mayor inconveniente para esas mujeres es que no se haga nada, y la mayor ventaja para los que se aprovechan de ellas es exactamente eso, la pasividad.

Urge una voluntad de luchar contra esta lacra por parte de los Gobiernos europeos y mundiales.

Un beso.